Ahorrar representa sacrificios pues nos obliga a no comprar cosas hoy día a fin de guardar ese dinero para gastarlo en el futuro. Ese futuro son nuestras metas de independencia y seguridad económica.
- Tener asegurada una pensión de Seguridad Social y Medicare.
- Crear un fondo de retiro que rinda al menos un 80% de sus gastos antes del retiro.
- Crear un fondo de ahorro personal para emergencias y otras necesidades.
- No tener deudas al momento del retiro.
- Tener una casa pagada y limpia de obligaciones.
- Llegar al momento del retiro con buena salud y energía.
AHORRE PARA USTED, PRIMERO QUE NADA.
Hay muchos autores sobre temas de finanzas familiares que recomiendan partir por hacer un presupuesto familiar. Este le permitiría establecer los límites de gasto que usted puede hacer en cada categoría y definir la cantidad que usted puede ahorrar. Si usted lo hace en una hoja de trabajo digital como Excel puede simular diversas alternativas de gasto hasta encontrar una que más se acerque a sus necesidades y características psicológicas de consumo y ahorro.
Para hacer un control efectivo de sus gastos le dicen que usted debe hacer una lista de todos los gastos que realiza en un día, incluso los más pequeños que pueden ser solo unos centavos. Si usted lo hace todos los días, en un cuaderno que usted ha separado para esto (diario de gastos) poco a poco va a ir siendo más consciente de la forma como usted gasta su dinero y así motivar un cambio en su actitud de gasto por otra más frugal y ahorrativa.
Esta es una forma racional de proceder que tiene muchos méritos para la gente disciplinada y con un firme propósito de acumular riqueza y posteriormente ingresos. Yo he conocido gente así (Mario y Miriam) y hasta un cierto punto nosotros participamos de esta forma de manejar nuestras finanzas. Pero esta no es la regla general.
Déjeme decirle algo. Mi experiencia y lo que he leído y escuchado me dice que esa forma de controlar sus gastos para generar ahorros es poca práctica para la gran mayoría de la gente.
Muchos comienzan haciendo un presupuesto y llevando un diario de gastos, pero la vida diaria, especialmente si usted tiene una familia con niños, los dos esposos trabajan, el supermercado, el lavado de ropa, la limpieza de la casa, el cuidado del jardín, del auto, reparaciones de la casa etc. toman todas las horas del día y dificultan su plan de control de gastos.
Este sistema requiere mucha disciplina. Imagínese usted anotando todos los gastos que realiza en un día en su cuaderno de gastos o en papelitos para pasarlos al final del día a su cuaderno y al final del mes a su hoja de trabajo para compararlo con su presupuesto para ese mes.
Yo descubrí hace muchos años que la manera más práctica de ahorrar es la que se hace AUTOMATICAMENTE. Yo recuerdo que cuando comencé a trabajar en un banco, cuando estaba recién salido de la escuela secundaria el cheque que yo recibía a fin de mes era el dinero que yo podía gastar en su totalidad. ¿Por qué? Porque ese cheque era por una cantidad que era el residuo de mi salario al cual le habían descontado impuestos de seguridad social, retención de impuesto al ingreso, mis contribuciones al fondo de retiro (que era de beneficio definido) y al seguro de salud del banco.
Nunca tuve problemas con este sistema y mi vida automáticamente se ajustaba al nivel de ingreso que me permitía el cheque mensual. Eso era lo que yo recibía y eso era lo que yo gastaba. De esa manera se creó en mí la costumbre de asegurar mi fondo de retiro en forma automática, en parte porque así lo exigía el banco, pero después por convencimiento.
Lo importante era la AUTOMATICIDAD del descuento de mi contribución al fondo de pensión de mi salario mensual. Yo no tenía que hacer ningún esfuerzo durante el mes. El descuento me garantizaba un ahorro mensual. Yo sabía que estaba contribuyendo para mi jubilación y mi salud, pero en una forma casi inconsciente pues parecía que era obligatorio hacerlo. Nadie dudaba acerca de la necesidad de esos descuentos pues al final eran en beneficio de uno mismo. Era lo más lógico hacer. Todos pensábamos de esa forma.
Con el tiempo pedí a la oficina de contabilidad que me descontaran una suma extra todos los meses pues pensaba hacer un viaje en mis vacaciones y sabía que era más fácil que me descontaran esa suma a que yo la ahorrara directamente. En esa época yo era muy joven y las tentaciones eran muy grandes.
Al final no hice ese viaje pues las circunstancias cambiaron, pero igual seguí ahorrando ese dinero pues me hacía sentir bien el saber que estaba comenzando a tener un poquito de capital.
Me estaba comenzando a sentir más sólido económicamente, más disciplinado, más adulto responsable. No era mucho, pero era un comienzo a una temprana edad. Casi instintivamente mantuve esta cuenta en forma reservada, en cierto modo era mi secreto.
Esto me ha llevado a concluir que el ahorrar depende en gran parte de nuestro proceso mental o psicología del gasto. Es una lucha permanente entre los impulsos de comprar y endeudarnos y el guardar algo de lo que ganamos para atender necesidades imprevistas y financiar nuestras necesidades de gasto más adelante.
En el fondo se trata de ahorrar primero y consumir lo que queda.
¿CUÁNTOS SERÁN NUESTROS GASTOS CUANDO NOS RETIREMOS?
Esa es una de las preguntas más comunes que muchos matrimonios se hacen, especialmente cuando alcanzan una edad intermedia (40 a 50 años). La cuestión es ¿tendremos suficientes ingresos al momento del retiro (65 años) para vivir confortablemente por el resto de nuestros días? Otros, más ambiciosos, se preguntan si podrían hacerlo antes de esa edad por ejemplo a los 59 1/2 años cuando la mayoría de los fondos de retiro o cuentas de inversión permiten comenzar a sacar mensualidades sin pago de multas.
La experiencia ha demostrado que una pareja logra su independencia económica cuando obtiene – de por vida – un ingreso mensual reajustable por la inflación, que proveniente de sus fondos de retiro, de la seguridad social y de sus propios ahorros, cubra al menos un 80% de los gastos que ellos tenían en promedio en los últimos tres años antes de retirarse.
Hay varias teorías al respecto. Algunos piensan que un 80% de los gastos pre-retiro es un porcentaje razonable porque varios gastos no se estarían haciendo durante el retiro tales como el pago de impuesto laboral, contribuciones a un fondo de emergencia, contribuciones a un fondo de pensión, idealmente la casa estaría pagada y además estarían libres de todo otro tipo de deudas.
Por su parte los hijos ya estarían haciendo su vida independientemente de manera que los gastos de estudio y mantenimiento desaparecerían. Finalmente, la pareja al quedarse sola puede moverse a una casa más pequeña y muchas veces a otra ciudad, región o país donde los precios son más bajos. Por ello hay algunos que creen que podrían vivir aun con un porcentaje menor, alrededor de un 70% o menos.
Hay otros que piensan que es mejor calcular un porcentaje más alto de gastos (90%) en atención a que después del retiro aparecen gastos nuevos como atenciones médicas y dentales, más gastos de farmacia, viajes dentro y fuera del país, comidas más frecuentes fuera de la casa con amigos y familiares, y más entretenciones como cine, teatro, música. Muchas veces los retirados deben ayudar a sus hijos económicamente o a los nietos con gastos universitarios. Para mencionar los más comunes.
Es difícil establecer una regla general, pero por lo común el retirado necesita un par de años para encontrar un nivel de gasto ajustado a sus nuevas necesidades e ingresos. Indudablemente esto depende también del comportamiento de gasto de la pareja, de sus expectativas sociales (estatus) de lo que desean hacer con su tiempo, de sus condiciones de salud, de su situación familiar y otros factores.
Mi recomendación es que hay que aprender a vivir lo antes posible con menos de lo que recibimos de ingreso y sin endeudarse. Estar preparado financieramente para lo que venga: tener buenos seguros y suficientes fondos para emergencias.
¿CUÁNTO CAPITAL DEBEMOS TENER ACUMULADO EN NUESTROS FONDOS DE RETIRO PARA PODER RETIRARNOS DECENTEMENTE?
Una persona debería ahorrar lo suficiente para que, cuando se retire, pueda recibir un ingreso proveniente de sus inversiones (Seguridad social, fondo de retiro y cuentas de inversión) para financiar al menos un 80% de los gastos que tenía como promedio los tres últimos años que estuvo trabajando.
Ejemplo: Un matrimonio al momento de retirarse tenía ingresos por $100,000 al año, pero gastaba solo $80,000. La forma de financiar esos gastos fue la siguiente:
Ingresos de seguridad social $29,700
Ingresos de sus fondos de pensión $47,300
Ingresos de su fondo de ahorro para emergencias $ 3,000
La cuestión es ahora cuanto capital necesita el matrimonio en sus fondos de pensión para generar $47,300 al año. La respuesta a esta pregunta es que el matrimonio cuando esté listo para retirarse tendría que tener un capital acumulado $900,000 aprox. Esta suma esta expresada en dólares de hoy día y asume una tasa de retorno de la inversión de 5% después de descontar la inflación.
ALGUNAS IDEAS SOBRE COMO AHORRAR PARA EL FONDO DE PENSION
La otra pregunta es cómo podemos acumular ese capital, cuanto debemos ahorrar cada mes en nuestros fondos de pensión durante todo el periodo de nuestra vida laboral, estimada en 40 años.
La primera regla es la que ya mencionamos anteriormente.
- Ahorre primero y consuma después.
- Ahorre en forma de un descuento automático de su salario bruto todos los meses.
Cuando se es joven (25-35 años) los ingresos son bajos y se está haciendo méritos para obtener la máxima cantidad de beneficios. Es claro que en los primeros años del matrimonio hay muchos gastos que cubrir. Desde luego comprar todo lo que necesita para formar un hogar y juntar el enganche para comprar una casa. En estas circunstancias quizás lo más seguro es que ahorren muy poco en los fondos de pensión dadas las obligaciones que tienen creando un fondo de emergencia, pagado el impuesto de seguridad social y seguro médico y la hipoteca. En todo caso lo ideal es que la pareja ahorre a lo menos entre un 5-10% anual en sus fondos de pension.
A los 35 años un matrimonio debería tener ahorrado en sus fondos de pensión el equivalente a un 160% de los ingresos brutos que reciben anualmente. Si a los 35-30 años un matrimonio tiene ingresos por $65,000 debería tener en sus fondos de pensión la suma de $107,250
Cuando pasamos a la década de los 35/45 años los ingresos aumentan. Es un periodo de crecimiento profesional y laboral. Hay más experiencia y confianza en lo que uno hace. Hay más responsabilidades, promociones y los salarios y beneficios han aumentado. A medida que estos últimos se van incrementando se puede ir pasando gradualmente a una fórmula de ahorro adicional a traspasar a los fondos de pensión hasta llegar a un 15% anual o más del total de ingreso bruto. Se trata de recuperar los ahorros más bajos que se hicieron en la década anterior.
A los 45 años un matrimonio debería tener ahorrado en sus fondos de pensión el equivalente a un 300% de los ingresos brutos que reciben anualmente. Si a los 45-40 años un matrimonio recibe ingresos de $80,000 deberían tener en sus fondos de pensión la suma de $240,000.
La década de los 45/55 años marca la plenitud intelectual, profesional y laboral de un trabajador, cualquiera que sea su especialidad: empleado calificado, técnico, profesional, directivo, pequeño empresario. Los frutos de su entrenamiento, estudios universitarios, experiencia, productividad laboral son recompensados con mayores responsabilidades y altos ingresos y beneficios.
Por otra parte, los gastos familiares comienzan a disminuir ostensiblemente: la casa esta pagada o casi pagada, los hijos saliendo de la universidad, las deudas reducidas. En esta época los ahorros deberían aumentar hasta alcanzar un 20-25%.
Un matrimonio en esta época podría estar recibiendo $90,000 y su fondo de retiro debería tener acumulado a los 55 años un 600% de lo se recibe anualmente es decir en este caso $540,000.
La década de los 55/65 años es una progresión de la anterior. Los ahorros pueden aumentar aún más. A los 65 años se estima que un matrimonio debería tener ahorrado en sus fondos de retiro el equivalente a 800% de lo que recibe anualmente. Es muy posible que esta pareja este recibiendo como mínimo un ingreso de $110,000 lo que significa que a los 65 años debería tener acumulado en sus fondos de retiro la suma de $880,000
Recuerden estas cifras representan los fondos de pensión de un matrimonio, es decir dos personas que han trabajado durante 40 años y han ahorrado como promedio durante ese tiempo un 15% de su ingreso bruto anual. Estas son cifras aproximadas que sirven para dar una idea de lo que se podría lograr con la disciplina del ahorro y los efectos de una inteligente inversión de los mismos.
Pero no se desesperen si ustedes no han logrado llegar a esas cifras a los 45 años. Se puede observar que es posible recuperarse de la falta de ahorros de periodos anteriores hasta un cierto límite. En los últimos 20 años de la vida laboral los ahorros se pueden aumentar substancialmente de manera de poder asegurar un fondo de retiro que le permita vivir decentemente. Pero eso requiere mucha disciplina. Cuanto antes comiencen a ponerse al día más seguridad tendrán en lograr su meta.
Finalmente, la historia no termina aquí. Ese matrimonio necesita haber acumulado $946,000 los cuales deben ser invertidos por a los menos otros 30 años produciendo una tasa de retorno de 5% después de descontar la inflación a fin de generar los $47,300 anuales antes mencionados. Estos sumados a los ingresos anuales de la seguridad social ($29,700) y a los ingresos que producen su cuenta de emergencia y ahorros ($3,000) dan un total de $80,000 la suma que necesitará este matrimonio para cubrir sus gastos.